para el mentado alberto gonzalez o lui t avila

chicas les dejo esta otra pagina para k se den cuenta de lo mestiroso k es esta persona..........

http://www.viveporsiempre.com/

es lo mismito k dice en una y otra

http://www.vigoryjuventud.com/bajar-de-peso.html

y si esto fuera cierto por k en USA no se vende el producto. para el tal alberto gonzalez o luis t. avila si puedes poner el telefono de la dra cathy para k me lo envie te creere k sea cieto esto, pero si no ps entonces no se ni como tienes el corazon de sicio para perjudicar a tanta gente. yo tambien vivo en san diego california asi es k posiblemente me lo pueda enviar ella directamente a mi domicilio.

lo k dice alberto k es lo mismo nada mas k cambia cualkier cosa
Soy Alberto González, Ingeniero en Sistemas de Cómputo, actualmente doy servicio de redes dentro de una empresa transnacional, viviendo en la ciudad de Toluca.

A los 33 años, el sedentarismo así como los supuestos malos hábitos alimenticios, habían hecho de mi una persona regordeta y la verdad, poco atractiva, por supuesto mi sobrepeso no fue de la noche a la mañana, poco a poco fui subiendo hasta que ya no me gustaba lo que veía en el espejo cada mañana al levantarme. En Julio del 2000 Como cada dos años, me tocaba mi check up obligatorio por parte de la compañía, tras recibir los resultados el médico me hablo fuerte, ya que de seguir así mi salud estaría en riesgo, mis niveles de colesterol en la sangre estaban por arriba de los parámetros máximos permitidos, los triglicéridos estaban por las mismas, pero lo que más me alarmó fue que la glucosa en sangre estaba muy por arriba de lo normal, así que si a eso le agregaba la grasa acumulada en el abdomen, el riesgo de presentar diabetes era alto.

Estos resultados empeoraron aún más mi baja autoestima y mi ya incipiente depresión, todo ocasionado por que además de mi incremento en el peso, me empezaba a ver más canoso, mis articulaciones me dolían, era muy notable mi mal humor, y por supuesto no tenía pareja, y bueno, quien querría estar con una persona así.

Bueno, pues para mi mala suerte yo tenía un viaje de trabajo a Ontario en Canadá ese mismo mes, yo pensé, para colmo un viajecito donde regularmente uno come de más y peor. Pero como bien dice el dicho, “no hay mal que por bien no venga” así que me fui a mi viaje, que duro 15 días por cierto.

Al comentar mi situación y mi sentir con respecto a mi estado físico y emocional con uno de mis colegas en esa ciudad, este me dio la solución, una hermana de el había estado bajo el tratamiento del Totalyouth hacía apenas tres meses, yo solo la había visto a ella en una ocasión y la recordaba como la conocí, una muchacha tímida, guapetona, pero algo regordeta. Pues cual fue mi sorpresa cuando la vi de nuevo, estaba hecha un “cromo” físicamente estaba totalmente distinta a como yo la había conocido, guapa ya era, pero ahora era mucho más extrovertida, ella dejaba ver su seguridad y autoestima, y por supuesto su abultado abdomen había desaparecido, ahora era una chica acinturada y de exquisita figura.

Esa noche ella me mostró el frasco de Totalyouth, y me dio el folleto que aún guardaba donde venía los datos del Dr. Miller, al día siguiente intente hablar con el, y amablemente me atendió uno de sus colegas quién me dio una cita para dentro de dos días, ya que el Dr. Miller estaba fuera de Ontario dando una plática relacionada con la Hormona Humana del Crecimiento.

Así, en dos días estaba yo frente a la imponente presencia del Dr. Theodore Miller, después de una breve charla con el fui atendido por uno de sus colegas quien de inmediato me dio el frasco del Totalyouth, tuve que pagar $110.00 dólares canadienses, y la verdad lo hice con algo de temor, aún después de haber visto a Hellene, la hermana de mi colega.

Al llegar al hotel, revise las instrucciones del frasco e inicié con el tratamiento, para entonces llevaba yo solo una semana Ontario, cuando llegué a México de vuelta, tomé una semana de vacaciones, por lo que no regrese al trabajo sino hasta quince días después de haber iniciado con el tratamiento integral rejuvenecedor Totalyouth.

Cuando volví al trabajo, fue muy notorio para mis compañeros el cambio en mi persona yo era talla 38 y en 15 días ya me quedaban mis viejos pero poco usados pantalones ¡talla 36!

Sin embargo eso no fue lo mejor, al verme en el espejo, empezaba a reconocer a aquella persona de la cual ya me había olvidado, me motivaba ver como estaban desapareciendo esos cachetotes y la papada. Mis amigos me decían que me veía mucho más alegre, me sentían mas seguro de mi mismo. Pero lo más importante era que yo me sentía feliz, yo ya aceptaba las invitaciones de mis amigos a reuniones, me gustaba cada día mas como se me veía la ropa, en fin, mi vida había dado un giro total.

Y en eso llego la prueba final, en mi chequeo médico de seguimiento, me hicieron unos exámenes de sangre en mi empresa, y mi sorpresa fue total, al ver los resultados, ¡todo mis niveles! Se Habían Reducido, si bien estaban en lo máximo permitido, estos ya no estaban en “alerta roja”, esto me dio mucha confianza para seguir el tratamiento.

Hoy gozo de cabal salud, de una autoestima formidable, de una pareja maravillosa y sobretodo, gozo de ser quien alguna ves fui antes de haberme visto tan deteriorado física y emocionalmente. ¡Imagínate, pasé de ser talla 38 a ser talla 32!, misma que después de años sigo conservando.

¡Me encontraba sorprendido y contento, nunca antes me había pasado eso!

Por supuesto, que muchas de las gentes que conozco empezaron a decirme:

Pásame la receta, dime con que doctor estas yendo, que dieta sigues, en fin.

Cuando les platiqué del tratamiento integral rejuvenecedor Totalyouth, ¡todos querían uno! Lo que hice entonces fue hablar de nuevo a Canadá para pedir varios tratamientos. Sin embargo en el laboratorio me dijeron que tendría que esperar varios meses, porque los que estaban haciendo ya los tenían comprometidos. Ellos estaban extrañados, ya que su venta era solo con publicidad ¡de boca en boca! Y ahora ya hasta les estábamos pidiendo el producto ¡desde otro país!
uno es luis
Mi nombre es Luis T. Ávila. Soy ingeniero industrial de profesión, y actualmente tengo una pequeña empresa constructora. Actualmente vivo en Puerto Vallarta, Jalisco.

En 1998, yo tenía 32 años. Por lo regular evitaba verme al espejo porque no me gustaba lo que veía. Un día ya no pude evitarlo y me miré largamente. Mi cara se había vuelto una cara redonda, cachetona, inflada... con mucha papada. Cuando me bañaba, dejaba el suelo del baño lleno de cabellos. Poco a poco había ido engordando, a pesar de que era vegetariano desde hacía 2 años. Ya estaba usando ropa talla 36 de cintura.

En mayo de 1998, viajé a Estados Unidos a pasar unas vacaciones con mi hermano que vive en San Diego, California. En la misma semana que llegué, leí en un periódico una nota contando la historia de la doctora Cathy Mars. Traía el teléfono de ella en Canadá, así que hablé a su oficina y les encargué un tratamiento. Costó $99 dólares más gastos de envío.

A los 3 días, llegó por correo. Abrí el paquete con un poco de nerviosismo, lo saqué y lo vi. Era un frasco con el instructivo de uso y una descripción científica del tratamiento, sujetos con una liga. Además, el manual completo de los 5 Ejercicios Rejuvenecedores. Leí el instructivo atentamente y al día siguiente empecé a seguir el tratamiento. Al final de la primer semana, el cinto me quedaba flojo. Al final de la segunda semana, me vi obligado a hacerle otro agujero al cinto...yo era talla 36, y al final del primer mes, ya era talla 34, y eso significa que en un mes...¡había bajado dos tallas de cintura, dejé de perder cabello, me veía más joven!

damaris 24 avr 2007, 07:15 - Signaler un abus